Una de las plagas y enfermedades más comunes en los huertos es el oídio; este hongo-parásito produce una enfermedad que ataca a los tallos y las hojas perjudicando su desarrollo y el buen estado de los frutos que broten de la misma. Su aparición es frecuente en el cultivo de tomates, ya que son las siembras más sensibles ante este agente patológico.

Son necesarias diversas condiciones para la manifestación del oídio en tomates, la principal es el exceso de humedad, el cual ocurre con frecuencia en las épocas de lluvia o a causa de los regados por aspersión. El nivel de temperatura debe estar entre los 20ºC o 28ºC; la existencia de malas hierbas o los abonos con altos niveles de nitrógenos favorecen su reproducción, al igual que la falta de luz en las plantas.

Síntomas de infección de oídio en tomates

El parásito se introduce a través de las raíces de los cultivos hasta llegar al tallo y alimentarse de sus nutrientes, siendo el primer síntoma de la infección de oído en los tomates, una capa de color grisáceo en las hojas; la cual tiene un aspecto harinoso y está conformado por micelios (hifas provenientes de la parte vegetativa del hongo) y conidios (espora asexual).

Comienza con pocas manchas y de diminuto tamaño, pero mientras el microorganismo siga adentrándose en el interior de la planta, se volverán aún más grandes hasta cubrir gran parte de las hojas. Puede llegar afectar el desarrollo vital del cultivo, se crearán heridas o cortes en el tallo, el color verde de las hojas será sustituido por el color amarillo (clorosis) y se secarán por completo hasta causar necrosis.

Si no es tratado el cultivo de tomates infectado por oídio, el hongo podrá sobrevivir durante varios años en el sustrato y contaminará a futuras siembras. Del mismo modo, los frutos que broten de las plantas infectadas tendrán los mismos síntomas, no podrán ser consumidos por el ser humano generando pérdidas económicas al agricultor.

Otros cultivos sensibles al oídio

Aparte del cultivo de tomates, hay una gran variedad de cosechas que, de igual forma, son susceptibles a contagiarse del oídio. Los rosales corren más riesgo de infectarse porque la siembra y el desarrollo de las flores debe realizarse en zonas umbrías; otras plantas de jardín que se infectan constantemente son los crisantemos, las begonias y los claveles.

También se presentan en los cultivos de plantas cucurbitáceas que dan como fruto melones, calabacines, fresas, calabazas, sandías y pepinos. Por último, los árboles frutales perjudicados por este parásito son los melocotoneros, albaricoques, manzanos y ciruelos.

Tratamiento del oídio en tomates con ozono

Es importante controlar las plagas y enfermedades que se forman en el cultivo de tomates, sobre todo si hay señales de la existencia del oídio. Los sistemas de ozono en la agricultura son completamente efectivos, eliminando todo microorganismo que esté en el sustrato o en los cultivos, y prevendrá su aparición.

La desinfección por ozono de oídio en los tomates se logra al usar agua ozonizada para regar las siembras. En el sustrato ya no habrá humedad ni zonas encharcas porque estarán oxigenadas lo cual impedirá la reproducción de hongos u otras plagas, las raíces podrán extraer los componentes nutritivos que estaban ausentes permitiendo que se desarrollen correctamente.

Cuando una planta infectada entra en contacto con el ozono se cicatrizarán los cortes evitando la entrada de otros agentes patológicos y el hongo en su interior morirá. El cultivo crecerá más vigoroso y los frutos serán completamente sanos, además de estar libres de productos químicos.